La semana pasada no hubo capítulo en la oficina caos porque, tras la liada que me hizo el viernes en el networking, la mandé de vacaciones. Sí, le di vacaciones a la jefa, pero volver no le ha sentado nada bien, sobre todo al ver que le he dado la vuelta a todo y acabo de poner los pinceles sobre la mesa.
Sigue leyendo y descubre la que se ha liado hoy…

Las vacaciones de la jefa interior.
Seguro te estás preguntando «¿Por qué la di vacaciones?», y tranquila, lo vas a descubrir, porque la jefa interior la lío de lo lindo y, en una reunión de urgencia, RRHH la pidió que se tomará unos días de relax y esta accedió.
¿Qué lio la semana anterior?
La semana anterior, el día 21, acudí a un network cooking, una experiencia super interesante en la que, además de realizar actividades de networking se cocinaba, algo que a mi siempre me ha gustado (de hecho, esta web empezó como un blog en el que, entre otras cosas, subía mis recetas de cocina).
Y, como te puedes imaginar, el trato era que la jefa interior se quedaba en casa y yo, iba con mi lema «despido jefas interiores y activo mentes rebeldes«.
Sólo que… hubo un problema.
La jefa decidió aparecer en la reunión en el último momento.
Y en ese momento en el que entró por la puerta grande la jefa interior, con ella me volvió a visitar la impostora de las mil sonrisas, las dudas, el «hago el gilipollas», la niña buena, y, lo peor de todo es que acabé comprándole tanto a mi jefa interior como a los demás que no tenía ni puta idea de lo que quería y que me faltaba claridad, cuando en realidad, encontrar la claridad a través del caos inicial a través de la creatividad es parte de mi proceso y lo que me hace diferente al resto.
¿Cómo lo viví?
Fatal, para que te voy a engañar.
Me dejó tocada todo el fin de semana, iba con una perspectiva (encontrar colaboraciones y posibles clientes) y salí con otra (con la duda sembrada de que lo que hacía no se entendía y, que «necesitaba visión externa» para explicarlo todo).
Te mentiría si no dijese que acabé llorando a moco tendido porque lo pasé realmente mal a causa de la jefa interior.
Ese finde lo pasé desconectada de redes sociales y conectando conmigo misma, por lo que, al volver a la oficina caos pasó algo que la jefa no se esperaba…
¿Qué pasó en la oficina?
Hubo una bronca monumental.
La jefa desquiciada, diciendo que menuda mierda haber confiado en mi y mi visión, ya que encima de haberla puesto «a caer de un burro», había conseguido nada de nada.
La de contabilidad asintiendo a cada frase, ya que sigue en su «no hay ni pa pipas» y ve todo como gasto sin pensar en los beneficios de invertir en formarse y conectar con gente.
La de marketing está sumergida en sus datos. Adiviné como decía «decentes pero no convierten».
Aquí la única que me sostuvo un poco fue la de RRHH, que en un fugaz momento de iluminación ofreció vacaciones a la jefa que esta aceptó sin rechistar, eso si, mientras salía del despacho espetó su archiconocido «a ver cómo sobrevivís, que esto se cae sin mi».
¿Qué he hecho que la ha cabreado tanto?
La jefa interior durante estos días estaba feliz, porque veía que durante la pasada semana seguí dándole vueltas a la movida, que si hacía reflexiones sobre el caos y la claridad (incluida una investigación sobre el caos y la voluntad de poder de Nietzsche), etc.
Ella había sembrado la duda y a todas todas, parecía que «había abortado misión» con la Oficina Caos y lo que quería hacer, por lo que, se pensaba que me iba a quedar de nuevo paralizada.
Pero no lo vio venir.
Durante estos días, le he estado dando forma a todo, y he decidido que esto se acaba ya.
Y hoy ha tocado charlita seria.
Eso sí, el lunes por la noche decidí sacar previamente los pinceles, un lienzo y lo dejé preparado.
El martes, tras un rato infructuoso de trabajo (engañando a la jefa, para que creyese que seguía con las dudas), decidí ponerme a pintar el CAOS...
Y mientras pintaba llegó el mensaje: SÉ TU MISMA.
Porque la transformación, no es cómo la hemos estado trabajando durante estos tiempos…
Al menos para mi, no es planificar, organizarme de forma enrevesada y cuidarme cuando siento que estoy en el límite.
La transformación para mi es más profunda.
Es desde otra perspectiva…
MI PERSPECTIVA
Y, esto encendió a la jefa, por lo que ha habido bronca, de la buena.
Tras la bronca del siglo, he puesto los pinceles sobre la mesa.
Y, conservando la paz a la que llegué tras pintar por la mañana, la he mirado fijamente y he dicho:
A partir de ahora, aquí mando yo.
Voy a hacer esto a mi manera.
Sin filtros.
Sin pedir permiso.
La transformación que hará quien inicie el viaje conmigo, será desde las artes expresivas.
Ahora, sólo puedo decirte dos cosas:
La primera, estoy muerta de miedo.
Y que lo que se viene para despedir a la jefa es puro 🎨&🔥
Si estás preparada, te espero en el grupo de whatsapp «DESAFIA A LA JEFA» dónde haré un anuncio el próximo viernes.
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